El papado del Papa Francisco ha dado nueva energía y entusiasmo a muchos en la Iglesia. La comunidad Franciscana se une con agrado al llamado del Papa a una nueva evangelización. En este espíritu, la Provincia del Santo Nombre ha preparado una serie de breves reflexiones sobre las declaraciones y escritos del Papa Francisco, en particular “Evangelii Gaudium.”
Cuando fue su elección, hubo algo que me llamó la atención del nuevo Papa, fue el nombre que escogió y la explicación que dio por su elección de nombre. En una conferencia de prensa tres día más tarde de su elección él nos explicó que un cardinal sentado a los lados de el en el día de su elección, lo miró y lo abrazó y le susurro, “No te olvides de los pobres.” El papa después dijo, rápidamente, pensando en los pobres, Yo pensé en Francisco de Asís. Después pensé en todas las guerras….Francisco también es hombre de paz. Fue así como entró el nombre en mi corazón: Francisco de Asís.”
El Papa Francisco se identifica con Francisco de Asís en parte por el deseo de promover y edificar la paz. En una de sus primeras declaraciones el llamó por un día global de ayuno y oración por la paz en Siria. Él ha hecho afirmaciones acerca de la esperanza en la reconciliación y paz en un sinnúmero de países, recientemente en Ucrania.
Ampliamente se puede encontrar el punto de vista de Francisco en su exhortación “Evangelii Gaudium: (“La Alegría del Evangelio”). En esa declaración el unió la violencia y la desigualdad. “Mientras no se echen para atrás la exclusión y la desigualdad en la sociedad y entre las personas, será imposible eliminar la violencia.” Y “la Desigualdad eventualmente provocará la violencia en la cual se recurrirá a las armas, no se podrá y nunca se podrán resolver.” Francisco nos dice, mientras haya dramática desigualdad, la violencia regresará de nuevo y no importará cuanto la fuerza militar haga para romperla.
En el Año Nuevo Francisco dio un mensaje por el Día Anual de Paz en el Mundo. Regresando al espíritu de Francisco de Asís y la tendencia del santo que describe a las personas como “Hermanos” y “Hermanas,” el papa le da un título a su mensaje, “Fraternidad, la Fundación y el Camino a la Paz.” Paz, de acuerdo al papa, requiere que veamos a las personas “no como enemigos o rivales, pero como hermanos y hermanas para poder aceptarlos y acogerlos.” Cuando los papas anteriores como Juan Pablo II y Benedicto 16 usaron la palabra “solidaridad” para llevar la idea de que somos todos conectados e independientes, Francisco escogió “fraternidad” para dar un punto similar. La raíz del problema de la violencia es que no vemos a los demás como hijos o hijas de Dios, como hermanos o hermanas. La violencia nos permite solo ver al otro como enemigo, una amenaza, una fuente de miedo y, por eso, alguien debe de ser sumergido a la violencia en orden de castigar y disuadir.
Papa Francisco nos da una lesión vital para recordar. Es más que un argumento ético acerca de guerras y la necesidad del pacifismo. Son muy necesarias la negociación diplomática que están por encima de carreras armamentistas y el desarmen. No hay nada de malo con estas cosas, pero son insuficientes sin “Una conversión de corazón,” que “nos permitan reconocer en los demás a un hermano o hermana para cuidarlo, y para trabajar juntas, en la construcción de una vida llena para todos.” Francisco de Asís y Francisco de Roma los dos nos llaman por una actitud fundamental de fraternidad y hermandad en nuestra perspectiva de los demás.
Traducido por Sandra Toala, Wilmington, Del.